Capital de la Costa del Sol que se despliega al sur de Andalucía, Málaga y su región conocen, desde hace unos veinte años, un desarrollo rápido, demográfico y urbano, a base del turismo. La urbanización rápida y a veces anárquica de la Costa del Sol, relacionada con el auge de un turismo de masas parece ya haber alcanzado su punto álgido. Esta dinámica regional – en parte extravertida, estacional y cíclica – es muy dependiente de las transferencias financieras, nacionales e internacionales, y se enfrenta a una competencia de otros destinos dentro del espacio mediterráneo. Se acompaña de un fuerte consumo de espacios, de nuevas competencias en la gestión del agua (ver el desarrollo de los campos de golf), de una congestión de los ejes de transporte y de problemas en la gestión de los riesgos naturales. Este contexto obliga hoy a la ciudad a diversificar sus actividades, a subir en gama aprovechando sus ventajas (Pablo Picasso…) y a reflexionar sobre un modelo más duradero y coherente.
Leyenda de la imagen satelital
La imagen presenta el área urbana de Málaga, capital de la Costa del Sol, en el sur de Andalucía. Este área está delimitada por la Cordillera penibética, de la que se divisan al Norte los Montes de Málaga y al Sur la Sierra de Mijas. El espacio del litoral es muy estrecho, urbanizado en su totalidad.
Esta imagen fue tomada el 26 de octubre de 2019 para el satélite Sentinel 2A. Es una imagen en color natural con resolución nativa a 10m.
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Presentación de la imagen global
Málaga: un paisaje y medio mediterráneos ampliamente valorados, un litoral turístico congestionado
Como lo muestra la imagen, estamos en presencia de un territorio mediterráneo, cuyas principales características se perciben claramente: el Mar de Alboran, la parte más occidental del Mar Mediterráneo, y el monte, la cordillera penibética recortada por la llanura del río Guadalhorce. La totalidad del espacio disponible parece ocupado por las actividades humanas.
El norte de la imagen lo ocupa la cordillera penibética. En verde oscuro, el parque natural de los Montes de Málaga, a apenas 5 kilómetros de la ciudad, culmina a más de 1000 metros sobre nivel del mar, y le proporciona a la ciudad un clima mediterráneo muy suave, con temperaturas medias anuales de 18,5°, y con unos promedios de 25,4° en agosto y 11,9° en enero, y seco con menos de 600 mm de agua al año.
Ubicados en la falda oriental de la cuenca del río Guadalmedina, los Montes de Málaga conocieron una explotación intensiva a partir de la Reconquista por los Reyes Católicos en 1487. Las tierras se repartieron en aquel entonces a los vencedores, los cuales sustituyeron el bosque mediterráneo por explotación intensiva de viñedos, almendros y olivos. Esta explotación duró hasta la crisis de la filoxera (1878) que provocó el abandono de los cultivos en los montes.
La ciudad de Málaga ocupa la llanura litoral y se extiende hacia el oeste. Dos partes bien distintas se ven en la imagen. En rosado, el hábitat colectivo en torno al río Guadalmedina, seco desde la construcción del pantano del Agujero (1927) y del lago del embalse del Limonero (1988), con dirección norte-sur. En blanco, las zonas de actividades universitarias y artesanales aparecen más allá de la circunvalación MA-20.
El valle del río Guadalhorce, único gran valle con dirección oeste-este, encajonado entre la Sierra de Mijas al sur y los Montes de Málaga al norte, es el único espacio cultivado visible. Los cultivos de regadío, en verde en la imagen, a lo largo del río Guadalhorce, reagrupan cítricos y cultivos subtropicales. Son parcelas de pequeño tamaño, de menos de 5 hectáreas. Las llanuras son el lugar de cultivos secos tradicionales, almendros, vid y olivos.
Los espacios urbanizados van ganando terreno, como bien se ve en la parte sur del valle. La expansión urbana de Málaga, en parte debida a un crecimiento demográfico importante, pero también al aumento de los alquileres, se hizo hacia el valle, aprovechando la extensión de una circunvalación a expensas de las zonas de cultivo. Cerca de la desembocadura del río, en su ribera derecha, el aeropuerto internacional Pablo Ruiz Picasso ocupa la mayor parte del espacio.
En el sur, entre el mar y el valle del río Guadalhorce, está la Sierra de Mijas, con una altura sobre nivel del mar de unos 1100 metros. Es una selva de coníferas, sus laderas se ven invadidas poco a poco por la urbanización. En blanco se ve claramente la presencia de antiguas canteras.
Las primeras ciudades de la Costa del Sol occidental, Torremolinos, Benalmádena, Mijas y Fuengirola ocupan la totalidad de una estrecha franja costera. Su desarrollo hacia el mar se hizo de forma muy rápida a partir de los años 1960 con el desarrollo del turismo en esta zona.
En la imagen aparecen varias manchas de color verde claro (en el norte y en el sur del aeropuerto, y también en el suroeste de la imagen): son recorridos y campos de práctica de golf. Desde la creación del primer campo de golf en la provincia de Málaga en 1927, más de 70 se construyeron en el litoral de esta provincia, lo que la convirtió en la zona con más concentración de campos de golf de Europa, de allí su apodo de “Costa del Golf”. La mayoría de estos campos se ubican en el sur de la Costa del Sol, siete de ellos aparecen en esta imagen.
Enfoques
Málaga, capital de la « Costa del Sol »
Un área urbana importante en vía de turistificación rápida
En el centro de un área urbana con cerca de un millón de habitantes, Málaga es la sexta ciudad de España con 571.000 habitantes. Sus principales actividades son el turismo, la construcción y los servicios, así como una función administrativa, por ser capital de provincia, la comunidad autónoma de Andalucía cuenta con ocho provincias : Sevilla, Málaga, Huelva, Granada, Almería, Cádiz, Jaén y Córdoba.
El centro histórico, al oeste del río Guadalmedina, se caracteriza por un trazado irregular de las calles, herencia de la época musulmana, aunque queden muy pocas viviendas anteriores al siglo XIX. El 80% de la mano de obra trabaja en el sector terciario.
En efecto, desde el principio de los años 2000, el centro histórico conoce una doble evolución. Por una parte, se va transformando, en un gran espacio turístico peatonal, cuya actividad principal son servicios (hoteles, bares y restaurantes) destinados a una clientela de turistas cada vez más exigente. Por otra parte, empresas multinacionales se sustituyen a los comercios tradicionales. La calle mayor, Calle Larios, se convirtió en la novena calle más cara de España, y solo los grandes grupos pueden ahora pagar los arrendamientos comerciales cada vez más altos, como por ejemplo el grupo Inditex, que posee una gran parte de los locales comerciales de dicha calle, a través de las diferentes marcas del grupo, como Zara, Massimo Dutti, Oyscho, Bershka, Stradivarius, Zara Home y Uterque.
La herencia del desarrollo industrial del siglo XIX
La revolución industrial hizo de Málaga la segunda ciudad industrial de España, detrás de Barcelona. En aquella época es cuando empieza a dibujarse el paisaje urbano de la ciudad, con dos sectores bien definidos a través de una clara especialización funcional y social, testimonio de la importancia de las lógicas locales de segregación socio-espacial.
Los barrios obreros y populares se extienden, más allá del río Guadalmedina, por el litoral occidental, cerca de la actividad industrial. Entre 1826, fecha de la creación del primer taller de fundición, y los años 1870, las industrias metalúrgica, química y textil se instalan por la costa y atraen a millares de obreros. Del otro lado de la ciudad, por el este, las ricas familias industriales y comerciantes (Herredia, Loring, Larios…) mandan construir mansiones y hoteles particulares.
Sin embargo, la primera parte del siglo XX se traduce por el desmantelamiento industrial y un clima de conflicto social importante. Por lo tanto, la población urbana aumenta con un ritmo más lento : entre 1900 y 1920, la ciudad crece de 130.000 a 150.000 habitantes (+15%).
De un crecimiento caótico a los primeros planes de urbanismo
El periodo franquista se caracteriza por un crecimiento urbano muy elevado, en un primer tiempo organizado. Corresponde al periodo de la autarquía, con la construcción de barrios de viviendas, aislados los unos de los otros, pensados para autoabastecerse y destinados a acoger a las poblaciones rurales. Forman una corona periférica desde los antiguos barrios obreros al oeste (barriada de Girón en 1955) hacia el norte (Ciudad Jardín en 1956).
Pero posteriormente, el desarrollo económico o desarrollismo, la apertura progresiva del país junto con el boom turístico favorecen una urbanización caótica, únicamente en manos del sector privado. Entre 1964 y 1983, año del primer plan de desarrollo urbano, el crecimiento urbano es vertiginoso caracterizado por los beneficios de los promotores inmobiliarios, la destrucción del patrimonio, la degradación del paisaje urbano y la transformación de espacios industriales en zonas residenciales. Los barrios de la época autárquica perdieron entonces su carácter periférico y fueron integrados al espacio urbano.
Será tan sólo a partir del año 1995 cuando la ciudad adopte un plan de acción con el fin de rehabilitar el centro histórico y pensar la organización urbana a escala de la zona metropolitana: una ciudad universitaria, un parque tecnológico y parques urbanos se construyen. La fisionomía de la ciudad cambia radicalmente a partir de ese momento, y da una imagen más moderna. Durante 10 años, siguiendo el ritmo nacional del boom inmobiliario, el crecimiento es impresionante. En 2010, más del 25% de los edificios de la ciudad contaban con menos de 10 años de existencia.
Un desarrollo orientado hacia el turismo cultural y de cruceros
La voluntad municipal de atraer una parte de los flujos turísticos que dejaban de lado la ciudad, con beneficio de los balnearios, condujo a la creación de una oferta cultural de alto nivel. Aprovechando de la marca Picasso, nativo de la ciudad de Málaga, por la que se abrió un museo en 2003, la ciudad atrajo anexos de museos muy famosos: el museo Carmen Thyssen (2015), el centro Pompidou (2016) y el museo ruso de San Petersburgo (2016). Estos museos se añaden a la oferta local, ya amplia mientras que el museo arqueológico fue el último en abrir, en 2017.
Esta estrategia se traduce también por la construcción de infraestructuras de transportes indispensables para recibir a los turistas, como el aeropuerto Pablo Ruiz Picasso, con 19 millones de pasajeros al año. Es el cuarto aeropuerto español, y no sólo cubre Málaga sino también toda la Costa del Sol. Con el mismo motivo, el AVE Madrid-Sevilla (línea de alta velocidad) se extendió hasta Málaga en 2007, con más de 2,5 millones de usuarios al año.
Por fin, el Puerto se transformó en su totalidad en pocos años. Su desarrollo está cada vez más relacionado con la actividad turística, gracias en particular a la apertura de una terminal de cruceros en 2008, que acogió 299 navíos y 510.000 viajeros en 2017. La integración del puerto a la ciudad fue facilitada por la construcción en 2011 del Muelle 1, proponiendo restaurantes, comercios y espacios culturales como el Centro Pompidou. La actividad comercial de contenedores se privatizó y es en su mayoría un espacio de almacenamiento alternativo al puerto de Algeciras, situado en la bahía de Gibraltar, y utilizado por la empresa Maersk.
Además, la ciudad se dotó de una red de metro que abrió en 2014. Cuenta con dos líneas:
una por el litoral desde el polideportivo situado al norte de la desembocadura del río Guadalhorce hasta la estación de ferrocarriles; la segunda línea hacia la Ciudad universitaria. Obras se están llevando a cabo en la actualidad para extender estas líneas hacia el centro ciudad, el jardín botánico y el Gibralfaro (visibles en verde al norte del puerto).
Desarrollo de zonas de actividades, Universidad y nuevos proyectos urbanos
La sucesión de edificios de color blanco que se extienden hacia el oeste, más allá de la circunvalación, representan lo esencial de la actividad industrial y artesanal. Son actividades de transformación, transporte, almacenes muy variados. El ayuntamiento decidió trasladar las actividades industriales más allá de la autovía MA-20 por lo que no queda casi ni una huella del pasado industrial de la ciudad salvo las chimeneas de las antiguas fabricas en el paseo marítimo Antonio Machado.
La Universidad de Málaga, creada en 1972, se asentó a partir de 1985 en la parte norte. Reagrupa a todas las universidades que anteriormente se repartían en el centro de la ciudad. Vinculada al centro por el subterráneo, se sitúa cerca del Parque tecnológico de la ciudad, con el que participa en muchos proyectos.
Aún quedan muchas obras importantes. El lecho del río Guadalmedina, verdadera frontera entre el este y el oeste de la ciudad, totalmente abandonado durante años, será reocupado por la ciudad, con el objetivo de convertirlo en paseo. Finalmente, los antiguos terrenos de la empresa Repsol (energía), liberados en los años 1980, son el centro de una pelea entre la municipalidad, que quiere implantar allí un gran proyecto inmobiliario, y asociaciones ciudadanas de barrio que quieren convertirlos en parque urbano.
Otros proyectos están realizándose, como la creación de un barrio de las Artes cercano al Puerto. Apodado Soho, acoge artistas, un Centro de Arte Contemporáneo, y es el sector del street-art, con numerosos murales en sus paredes. No cabe duda de que la creación en este barrio de un teatro, por el actor más famoso de la ciudad, Antonio Banderas, acelerará su transformación.
La Costa del Sol, una costa desfigurada
Un crecimiento « explosivo »
Málaga es la ciudad más poblada de una conurbación, la Costa del Sol, que se extiende casi 160 kilómetros hacia el sur. La imagen nos muestra, en la parte más escabrosa de la Costa del Sol, entre el mar y la Sierra de Mijas, una urbanización generalizada tanto en la misma costa como en las laderas.
Es un espacio que ofrece una gran variedad de construcciones en un conjunto poco integrado, consecuencia de un crecimiento urbano caótico a partir de los años 1960. En 1956, el espacio urbanizado representaba un 7,7% del espacio litoral y los espacios agrícolas un 77,2, contra un 56% y un 32% en la actualidad. Por lo tanto, se está produciendo un cambio funcional completo.
Durante mucho tiempo repulsivo por temor a la piratería hasta el siglo XVIII, el litoral experimentó un desarrollo rápido durante el franquismo a partir del emblemático balneario de Torremolinos, en aquel entonces integrado al municipio de Málaga, al sur del aeropuerto.
Mientras que la ciudad de Málaga tan sólo tuvo un crecimiento de un 7% entre los años 2000 y 2018, pasando de 531.500 a 571.000 habitantes, las ciudades del litoral vieron explotar su población en el siglo XXI. Entre 2000 y 2018, Torremolinos pasó de 42.000 a 68.300 habitantes (+64%), Benalmádena de 32.000 a 67.700 (+115%), Mijas de 43.000 a 80.600 (+84%) y Fuengirola de 48.000 a 75.400 ( +56%).
La organización de las ciudades de la Costa del Sol se basa en un mismo modelo. Dos espacios muy diferentes conviven: por una parte, los pueblos, antiguos núcleos rurales o ciudades de tamaño medio, y por otra parte, espacios relacionados con el turismo residencial, intensamente ocupados por hoteles, viviendas y centros comerciales.
Mijas et Benalmádena : espacios en profunda mutación
Los cascos históricos de las ciudades de Mijas y Benalmádena se sitúan en cerros de la Sierra de Mijas, y miran en dirección sudeste hacia el Mar Mediterráneo. Ambas ciudades conocieron un desarrollo parecido, con tres núcleos de asentamiento: el casco histórico, adosado al monte, un espacio intermedio con las infraestructuras deportivas y viviendas, y un espacio litoral con hoteles y comercios.
La ciudad de Mijas, cuyo municipio es más extenso, cuenta con varios barrios muy distintos. El casco histórico, en el sur de la imagen, en los cerros de la Sierra de Mijas, ofrece aspecto típico de los pueblos blancos andaluces. En las faldas escarpadas, se privilegia el hábitat individual en medio de una vegetación arboleada. Más hacia el sur, con dirección al mar, unos proyectos inmobiliarios juntan campos de golf con vivienda colectiva. El territorio de Mijas cuenta con 12 campos de golf, desde el año 1976, con clientela esencialmente internacional, todo el año. Por fin, entre las autopistas AP7 y A7, el barrio de Las Lagunas, cuya población duplicó en 10 años (desde 20 000 habitantes en el año 2000 hasta 40 000 en 2010), reúne funciones residenciales y comerciales dentro de proyectos inmobiliarios de hábitat colectivo normalizado, del mismo tipo que podemos encontrar en la famosa estación litoral de Benidorm.
En un espacio mucho más estrecho y recortado en su desarrollo por las ciudades de Torremolinos al norte y Fuengirola al sur, Benalmádena apostó por infraestructuras de ocio (golf, marina, parques acuáticos y lúdicos) y viviendas colectivas. La totalidad del espacio está ocupado por la actividad humana.
Torremolinos et Fuengirola : dos ejemplo de sobredensidad litoral
Torremolinos y Fuengirola conocieron un desarrollo muy parecido. De meros barrios de Málaga y Mijas, se convirtieron en ciudades autónomas en 1827 en el caso de Fuengirola y en 1988 en el de Torremolinos.
Su desarrollo, integralmente vinculado con la industria turística, empezó en los años 1960 con la implantación de numerosos hoteles y viviendas en la zona litoral. La estrechez del territorio municipal acarrea densidades de población muy altas (Torremolinos : 3.300 hab./km², Fuengirola 7.230 hab./km²).
Los retos de la estacionalidad
El desarrollo turístico de la Costa del Sol debe enfrentarse a importantes retos para hacer más sostenible esta actividad indispensable a la economía de la provincia. Genera cerca del 20 % de los empleos, más de 173.000 empleos de los cuales 110.000 empleos directos, y tiene un impacto económico de más de 1.400 millones de euros.
Para conseguirlo, se necesita reequilibrar las llegadas turísticas durante todo el año para evitar una sobre ocupación veraniega y sus consecuencias, litorales abarrotados y atascados. De los 13 millones de turistas que visitaron la Costa del Sol en 2019, más de 7 millones lo hicieron entre el mes de junio y el mes de agosto. De 530.000 residentes empadronados, la Costa del Sol acoge una población de más de 1,2 millones de habitantes en verano.
Esta afluencia de población en una época del año en la que los recursos en agua son escasos obliga las diferentes administraciones locales y regionales en repensar la gestión de los recursos hídricos. Los campos de golf, los parques temáticos o los diferentes parques urbanos utilizan cada vez más agua regenerada o desalada en procedencia de la desalinizadora ubicada en Marbella desde 1997 o de las estaciones depuradoras de agua residual ubicadas en el litoral.
Por fin, la perspectiva del Brexit obliga a una diversificación de los mercados internacionales para evitar sus presuntos efectos negativos. En efecto, el mercado británico representa más del 30 % de la llegadas de turistas por el aeropuerto de Málaga, o sea 2,8 millones de entradas muy por delante el mercado alemán y sus 785.000 viajeros, y un 22 % de todos los turistas de la Costa del Sol.
El Valle del río Guadalhorce : interior del país agrícola en vía de urbanización
El Valle del río Guadalhorce constituye uno de los corredores naturales que fraccionan el sistema bético. Es uno de los ejes de comunicación de Málaga con la depresión del río Guadalquivir. La imagen muestra parcelas agrícolas de cultivos de riego y de cultivos de secano, de pueblos en los cerros cuyo crecimiento se nota claramente, dos campos de golf y también el Parque tecnológico de Andalucía.
Una agricultura intensiva basada en el riego para el mercado nocional y sobretodo para la exportación
El primer plan de desarrollo nacional de 1961 introdujo el riego en el valle. Esta agricultura intensiva se ve muy bien en la imagen, a lo largo del lecho del río Guadalhorce. Son parcelas pequeñas, de menos de 5 hectáreas, de color verde, produciendo esencialmente cítricos y cultivos subtropicales para el mercado nacional y sobretodo para la exportación hacia los países de Europa del norte.
Las parcelas de color marrón representan cultivos de secano de cereales en la llanura y de agricultura mediterránea (vid, almendros y olivos) en sus piedemontes. Estas parcelas se sitúan en el suroeste de la imagen, asociadas a un hábitat rural disperso (las fincas).
Una « Silicon Valley » andaluza : « Málaga Valley », el despertar metropolitano
Durante mucho tiempo marginada y dormida, la ciudad conoce un verdadero despertar en estas ultimas décadas gracias en parte a las políticas publicas locales y regionales basadas en el desarrollo de las nuevas tecnologías.
En el noroeste de la imagen, el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) se convierte en un elemento importante de la diversificación de las actividades de la ciudad, y un actor importante de la investigación en Andalucía. Casi 20 000 personas trabajan allí en 2019 en 646 empresas cuyo sector más representado es el de las TIC que reúne un tercio de las empresas y la mitad de los empleos. La proximidad de la Universidad de Málaga, el entorno propicio (golfs, playas…) y las facilidades de comunicación contribuyen al desarrollo del PTA.
Construido en 1992, acoge el segundo centro europeo de Oracle, la famosa empresa norteamericana, y empresas como la sueca Ericsson o la china Huawei. El PTA permitió sobre todo que Málaga se convirtiera en un destino muy popular entre los investigadores e ingenieros y en la única provincia española en presentar un saldo migratorio interprovincial positivo desde más de treinta años. Llega por delante de la capital andaluza, Sevilla, en cuanto a su atractivo.
Una rururbanización cada vez más acuciante
El atractivo ejercido por Málaga, tanto para turistas como para población activa, provoca una congestión de la vivienda en la capital provincial y un aumento de los alquileres. Esto empuja cada vez más a los habitantes a elegir vivir en la periferia.
La ciudad de Alhaurín de la Torre, al norte de la Sierra de Mijas, es un ejemplo de esta reciente extensión urbana. Su crecimiento alcanzó un 81% en los primeros años del siglo XXI y cuenta hoy con unos 40 000 habitantes. Los nuevos barrios de vivienda individual en el oeste y el este del centro histórico son de aspecto muy diferente a éste.
La ciudad de Cartama conoció la misma evolución, en el noroeste de la imagen. El crecimiento de un 92% de su población (25.300 habitantes) se produjo en su mayoría al norte del centro histórico, más allá de la autopista y el río Guadalhorce.
Imagen complementaria
Esta imagen complementaria permite cambiar de escala y presenta la Costa del Sol desde Málaga a Marbella, otro importante centro turístico famoso, San Pedro y Estepona, al pie de la Sierra Bermeja.
Contiene información © COPERNICUS SENTINEL 2019, todos los derechos reservados.
Documentos adicionales
Catalogue des paysages de la province de Málaga
Centre d’études Paysages et Territoires
Atlas digital des aires urbaines en Espagne
Fondation CIEDES
Sistema de Información GeoEstadística de Andalucía (SIGEA)
Institut de statistique et de cartographie de l'andalousie
J. Jorrín, M. Zuil, J. Escudero, L. Martín, P. L. Learte, L. Rodríguez, P. Narváez, A. Hernández, Málaga, la nueva capital economica de Andalucia, El éxodo urbano de España: la nueva despoblación del siglo XXI, El Confidencial, 27 septembre 2019.
Sur le site Géoimage :
Espagne - El Ejido en Andalousie : une agriculture hyper-productiviste littorale sous une mer de plastique
Le détroit de Gibraltar : une porte, un verrou et une interface stratégique entre Atlantique et Méditerranée, Europe et Afrique
Contribuyentes
José Abrami, professeur agrégé d’histoire et de géographie, section Bachibac, Lycée international Victor Hugo, Colomiers, académie de Toulouse.
Traduction par Florence Bonnevialle, professeur agrégé d’espagnol, section Bachibac, Lycée International Victor Hugo, Colomiers, Académie de Toulouse.